Para saber más: La Basílica de Santa Sofía

El Imperio Bizantino y Antigua Constantinopla

Mapa Imperio Bizantino

El Imperio Romano de Oriente, o más conocido como el Imperio Bizantino, se originó en el año 395 d.C. cuando el Emperados Teodosio dividió el Imperio Romano en dos: Oriente y Occidente. La ciudad de Constantinopla actualmente no existe como tal, hoy en día es la ciudad llamada Estambul. Fue construida en el año 330 d.C. por el Emperador Constantino, dándole así su nombre. En 1453, los turcos tomaron Constantinopla, aunque el imperio se hallaba casi reducido a la misma capital, poniendo así fin a mil años de historia.

"La conquista de Constantinopla en 1453 por Mehmet II fue una de las mayores tragedias de la historia. Derribó estos muros a cañonazos, y después envió a sus ejércitos al pillaje y la masacre durante tres días. Los soldados violaron a jóvenes de uno y otro sexo sobre los altares de las iglesias, incluso en Santa Sofía. Robaron los iconos y todos los demás tesoros sagrados para fundir el oro, y tiraron las reliquias de los santos a las calles para que los perros las devoraran. Antes de eso, ésta fue la ciudad más hermosa de la historia." (La historiadora, p. 136)

Construcción y características


La Basílica de Santa Sofía es el símbolo de Estambul, su significado es Divina Sabiduría y está dedicada a la segunda persona de la Santísima Trinidad. Fue construida en el año 532-537 d.C. durante el mandato del Emperador Justiniano de Constantinopla por los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto.

Santa Sofía está construida básicamente de ladrillo, solamente la cimentación y los ocho soportes que conforman los contrafuertes iniciales se construyeron mediante grandes sillares de piedra caliza. Además de sus imponentes columnas, otros elementos pétreos están presentes en la construcción, como las enormes losas que constituyen las cornisas de mármol proconésico, el mismo que conforma el pavimento.

Entre 1204 y 1261, Santa Sofía fue la Iglesia del Papa. Pero en 1453 fue tomada por el Imperio Otomano y convertida en mezquita. Los otomanos dotaron a la iglesia de cuatro minaretes, una escuela teológica y un comedor público.

Finalmente, en 1935, Atatürk (fundador y primer presidente de la República de Turquía) transformó el templo en un museo.



Exterior




Situada en el punto más alto de Estambul, Santa Sofía define la panorámica de la ciudad. Sus cuatro minaretes y su cúpula son la imagen más característica de la metrópolis turca.

En la fachada oeste se encuentra el atrio, de cinco pórticos y tras este hay dos vestíbulos que comunican con la iglesia mediante 9 puertas; y la entrada principal, el cual consta de dos galerías y posee dos plantas. Todas las aberturas en el exterior poseen arcos de medio punto. La construcción se eleva suavemente hasta entrar en contacto con una bóveda de caños que ayuda a la descarga del peso de la semicúpula oeste.
El exterior es cerrado y macizo, con volúmenes escalonados que caen desde la cúpula central hacia las exedras mayores, a las menores, y finalmente a las capillas de nivel inferior.

  • Atrio 

La basílica está precedida por un atrio, el cual era utilizado como pórtico de entrada. Se trata de una gran cámara recubierta con finos paneles de mármol. La entrada imperial, en el centro del atrio, está protegida por una gran puerta de bronce en cuyo ápice se encuentra la imagen de una paloma que sale del Evangelio de San Juan, abierto en el capítulo X.

  • Mausoleos 

Casi desde sus comienzos Santa Sofía se convirtió en necrópolis imperial, conteniendo los restos de la mayor parte de los emperadores, distribuidos en dos mausoleos exteriores, uno al norte y otro al sur, el de Constantino y el de Justiniano.




Interior


Santa Sofía representa es su estado más puro la mezcla propuesta por la arquitectura bizantina entre la planta basilical longitudinal y la planta de cruz griega, conformándose un esquema en el que se distingue el núcleo central de forma cuadrada, donde los pilares sostienen la cúpula.
A pesar de la iluminación difusa, se puede disfrutar de los enormes medallones decorativos y las columnas monolíticas.


La Iglesia es de planta cuadrada de 79,30m x 69,50m, está orientada hacia Jerusalén, con una gran cúpula central que mide 31m de diámetro y 55m de altura. La cúpula de Santa Sofía es la segunda más grande debido a sus dimensiones, siendo su antecedente la cúpula del Panteón de Agripa (Roma). Esta tiene un grana anillo de ventanas y está apoyada en 4 pechinas, las cuales a su vez posan sobre 4 pilares que al estar en el exterior del edificio parece como si la cúpula se sostuviese en el aire. En el año 558 tuvo que ser reconstruida para que su peso fuera menor.


Tiene una nave central y dos naves laterales, divididas en dos pisos, con la mitad de anchura que la central, y un ábside interior semicircular. Esta división se realiza a través de columnas y grandes pilares. En el priso de arriba podemos observar el "matronium", un espacio central abierto mediante columnas con capiteles vegetales.


En este edificio, podemos contemplar casi sin dudarlo los mejores mosaicos del periodo bizantino, los cuales sirvieron de modelo y referencia para todo el arte ortodoxo posterior.
En la segunda planta se encuentra el mosaico más destacado que muestra al Emperador Constantino y a la Emperatriz Zoe adorando a Cristo, entre otros de gran interés histórico.


"—. En cualquier caso — continuó mi padre—, San Marcos fue diseñada en parte como una imitación de Santa Sofía de Estambul.
—¿Estambul? —pregunté con astucia, mientras buscaba el hielo de la bebida—. ¿Te refieres a que se parece a Santa Sofía?
—Bien, es evidente que Santa Sofía fue conquistada por el imperio otomano, por eso están esos minaretes que vigilan el exterior, y dentro los enormes escudos con textos sagrados musulmanes. Allí se ve con claridad la colisión entre Oriente y Occidente. Pero encima están las grandes cúpulas, claramente cristianas y bizantinas, como las de San Marcos.
" (La historiadora, p. 61)



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