El ejército romano
Las guerras civiles que se produjeron a la muerte de Julio César favorecieron un gran deseo de paz y demostraron la ineficacia de las instituciones políticas republicanas.
Octavio Augusto, victorioso de esas guerras supo sacar provecho de esta situación; tras la derrota a sus enemigos asumió lentamente todos los poderes. Tuvo éxito en su gobierno porque le dio la paz a un mundo cansado de guerras. Estableció una eficaz administración y supo dar respuesta adecuada a los reclamos de cada sector de la población.
Las provincias se sintieron tranquilas, porque el amparo de la paz estarían libres de saqueos; los italianos porque ya no tendrían la obligación de contribuir con soldados para integrar los ejércitos romanos y tampoco con tributos obligatorios. Se les dios la posibilidad de acceder a la ciudadanía romana.
¿Cómo estaba integrado el ejército?
El ejército era permanentemente profesional y adicto al Emperador. Estaba integrado por los habitantes de todo el Imperio y de todas las clases sociales.
Estaba compuesto no solo de italianos sino también de provinciales a quienes Augusto otorgó la ciudadanía romana y tierras al terminar el servicio militar.
Alrededor de 350.000 soldados componían el ejército romano y se encargan de la defensa del pueblo romano ante el posible ataque de pueblos extranjeros, a los que los romanos llamaban "bárbaros". También procuraban evitar las revueltas internas.
Paz Romana y continuas guerras
La paz interna que se firmó por parte del ejército romano no fue absoluta. El Imperio romano sostuvo numerosas guerras con sus vecinos, Algunas fueron de carácter defensivo ante el movimientos de pueblos bárbaros en las fronteras.
La mayoría fueron guerras de conquista para lograr territorios nuevos, explotar sus minas, obtener posesiones estratégicas en el cruce de rutas comerciales o para evitar un posible peligro.
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